Friday, October 12, 2007

Papalote, le puedo ayudar?

Si atiendo otro lindo hombre más, voy a vomitar. Llevo cerca de un mes atendiendo la famosa taqueria en San Francisco, Papalote. La gente no para de entrar, una tras otra, no tienes tiempo ni para comer. Si lo miras desde un punto de vista es bueno, porque tu mente esta completamente ocupada, y a la vez distraída con la gente. Pero cuando pasan los días, te comienzas a preguntar. Seré yo la única persona sola en este mundo? Por qué todo el mundo que esta solo ahí, ordena su comida para llevar, o vienen en pareja, o tienen bebés, o están esperando uno?
Si pensara positivo me diría a mi misma, que “Mission” es una zona residencial, de puras familias, pero no dejo de sentirme deprimida por no tener una pareja que me espere en la casa para comer juntos, un esposo, compañero, o compañera, o hasta un bebé. Después de estar todo el día atendiendo gente, comienzas a establecer patrones de la gente que acude al lugar; al principio puede hasta llegar a sorprender a alguien como yo, pero luego te acostumbras. Los clientes de Papalote, son básicamente hombres solos (la mayoría impresionantemente lindos), parejas de todo tipo, y familias con bebes.
Los hombres lindos cuando están solos son bastante amables, y seguramente si tuvieran un par de tragos de por medio, terminaría de amiga de más de uno. Pero no estoy en un bar, este lugar es el tipo Pizza rústica de Miami donde la gente va por su comida, te deja un dólar o algo así y se va. Se ríen contigo (es difícil que alguien se resista a mis dientes siempre a la vista) te preguntan una que otra cosa y ahí termina todo. Y yo con esta soledad que me atraviesa las tripas, no puedo evitar deprimirme un poco.
Es increíble la cantidad de gente vegetariana que hay en esta zona, o en toda la ciudad; no en vano Miguel el dueño del lugar tiene tantas opciones para la gente que no come carne. Todos los días atiendo muchas parejas de lesbianas (cosa que trabajando en Miami no ves muy seguido) muy masculinas que no comen carne, parejas de gays, algunos lindos, otros mas o menos, y las parejas hombre-mujer de una diversidad enorme.
No puedo evitar sentirme atraída hacia los bebés, debe ser la edad que tengo (casi 30) Por eso me encanta atender familias con niños. Al principio lo hacía por cortesía en el trabajo. Pero con el pasar del tiempo de estar en esto del servicio al cliente, me han comenzado a gustar. No puedo evitar a pesar de no estar lista para uno, sentir ganas de tener un bebé.
La vida en Papalote no tiene mucho de emocionante. Es un lugar donde haces tu trabajo, comes algo y te vas. Día tras día, vives lo mismo, vendes la misma comida, atiendes con algunas excepciones la misma gente. Pero es inevitable aceptar que es una recreación para la vista, la cantidad de hombres lindos que pasan por esa registradora. El que acaba de pedir un burrito de pollo para llevar, me entrega un billete, yo le doy las vueltas, todo su mando suavecita le digo que tengas buen día, suspiro, me toco el estomago, me siento enferma. Son demasiados, quién sigue? Ay dios otro, no puedo más, si llega otro hombre lindo a la caja, me voy a enfermar. Hola, Welcome to Papalote le puedo ayudar?

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