Siempre me pregunte que sentiría en el momento que tuviera muchos hombres con quien salir. Ahora lo se. Es lo mismo, solo que se complica mas que cuando tienes uno a quien amar, o llamar desesperadamente por que quieres tener sexo.
Estaba segura que cuando le dijera a Pablo que no nos viéramos mas, me iba a sentir mejor. Pero no, ahora pienso que seria agradable ir con el a la playa de nuevo. Pero no lo voy a llamar, ni siquiera me gusta, y salir con hombres nada mas por no estar sola, es algo en lo que no quiero volver a caer.
Por otro lado estaba Marcelo, el Uruguayo infantil que había conocido en Febrero cuando estaba de vacaciones, el niño de lindos ojos que estaba loca por ver cuando llegue de nuevo a Miami. Nos habíamos visto varias veces desde que llegue a la ciudad, y la verdad era que me hacia reír, pero con los días empecé a darme cuenta que no teníamos buen sexo, y que siempre que nos veíamos, estábamos ebrios y eran las 4 o 5 de la madrugada. Así que igual que con Pablo, decidí que no lo vería mas.
La ultima vez que estuvimos juntos, logre sacarle mas palabras de lo normal, ya que no me había tomado ni un solo trago, y mientras estaba acostado en mi sofá, lo miraba preguntándome, qué le veo? El tiempo transcurrió entre malos besos y sexo doloroso, hasta que no pude mas y le dije que se fuera, que estaba muy tarde. Ese día como ninguno hablamos y supe que al igual que yo él también tenia sueños, que se iba a otra ciudad a buscar dinero para por fin poder viajar a España, esa fue mi excusa perfecta para no verlo mas.
Así que entre chistes flojos y una linda sonrisa, se vistió y cerro la puerta. Yo me sentí algo triste, pero al minuto logré cerrar los ojos tranquila porque por fin me podría dormir.
Hace como un mes estuve haciendo un remplazo en una gasolinera y en la que conocí a Jhonny, un cubano con los ojos mas lindos que jamás había visto, pestañas enredadas y la estatura perfecta para alguien de mi tamaño. Los días transcurrieron entre dulces miradas y una extraña sensación en el estomago que me hacia ir muy arreglada y feliz a trabajar todos los días. De repente me encontré en la banca del paradero del bus que me llevaba a casa, de la mano con un completo extraño que me tenia loca. Ese día quedamos de vernos para salir, ya que los dos estábamos de acuerdo que existía una gran atracción la cual no teníamos idea de donde había nacido. Durante el siguiente mes, nos vimos en mi casa como dos veces, fuimos a la playa, tomamos cocteles, nos besamos y un buen día cuando la ocasión lo ameritaba, tuvimos sexo, tan bueno, que hoy sigo pensando que supera a mi ex-novio. No se equivocó mi amiga Alexandra, al decir que los Cubanos, son los mejores amantes.
De los tres, Jhonny es el que mas me gusta, y aunque su trabajo no es el ideal, tiene sueños e ilusiones igual que yo, y hasta una casa con un perro, un gato, y yo adentro de ella, viviendo con el. Al principio pensé que estaba loco por querer vivir conmigo, pero ahora que siento algo bien lindo, creo que me iría a vivir con él, aún con el miedo de saber que tal vez, una Colombiana liberal y un Cubano que llego en balsa a buscar un mejor futuro tal vez no sean la mejor pareja.
Quisiera decir que esta historia tiene un final feliz, y que me quedé con el mejor hombre del mundo, y que estoy pensando hasta en tener un hijo con él. Pero no, hoy llame a Jhonny, y le dije que no quería verlo mas, quería desahogarme por haberme dejado metida de nuevo sin razón aparente. Cuando colgué supe que no me iba a llamar de nuevo, porque antes de conocerme tenía una vida con alguien, o simplemente porque quiere estar solo. Así que aquí estoy, llegando de la playa donde estaba mirando el mar, sin una pareja que me abrace, pero tranquila porque sigo mi camino sin estar al lado de amores, que a la larga te dejan sin nada.
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