Wednesday, October 1, 2008

Mi gato Deuce es solo una parte de la historia

Han pasado aproximadamente 5 meses desde que nos vinimos a vivir a Cali. Yo hago un recuento de todas las cosas por las que hemos pasado y digo wow. Que aventura que nos ha tocado vivir a mi esposo y a mi.

Pareciera un chiste que las cosas no nos hayan salido como quisieramos, que el trabajo no haya funcionado, que lo hubieran engañado, que el carro no funcione, que mi trabajo no fuera tan chevere, que esto y que lo otro. Que estar con la familia fuera tan duro, que los amigos esten en la ciudad equivocada, que en Cali no pase nada y que la vida se haya vuelto muy pero muy aburrida. Y de paso que mi gata la haya preñado el gato del barrio y haya parido seis gatitos. Aunque veo caminar a Deuce (el que se quedo conmigo) y me digo a mi misma, carajo, que lindos que son los gatitos bebes. Vale la pena la experiencia de haber vivido el nacimiento de 6 pequeños seres que juegan y corren por toda la casa. No todo es tan malo me digo a mi misma, aunque siga pensando que tiene que haber algo más. Que la vida no puede haber llegado al fin de la diversión. Tiene que haber algo más.

Espero que las cosas cambien, aunque alguien me diría que depende de uno que su destino no sea terminar mas aburrida que un hongo en un pantano todos los días de la vida. Que tiene que haber mas que tener relaciones interpersonales por Facebook, y que la vida en Cali no puede ser tan mala. Que algo bueno tiene que haber. Como extraño Fantasilandia, donde el dinero no tenía valor y se podía ser sincero. Donde no importaba que tan bruto fueras al decir las cosas, siempre eras bien recibido, y siempre te entendían. Extraño eso, extraño el valor que te daba poder ser honesto y decir las cosas de frente. Extraño cosas que he perdido, cosas que no estoy segura se puedan recuperar.

Ahora solo espero por lo mejor, por que mi tristeza se vaya y las cosas mejoren. No me queda de otra. O si? Será que puedo mandar todo a la mierda de nuevo y largarme? El problema es haber decidido unir mi vida a alguien y no poderlo deshacer. Y no es que quiera. Aunque a veces me parece que mientras mas raices echas, mas estancado te quedas.

Y miro hacia atras y veo venir a mi gato Deuce. Y se me acerca a jugarme con sus sucias patitas y me lo cambia todo. Y me quedo a su lado y le limpio la carita pensando. Que va, este carajito lo vale. Menos mal lo tengo.